OAXACA, UN ESTADO POBRE EN EL QUE AUMENTA EL NÚMERO DE POBRES.
Por Martín Carlos Ramales Osorio/APIM.
En consecuencia, la entidad oaxaqueña ocupa los primeros lugares en los índices de marginación y los últimos lugares en los índices de desarrollo humano. Así, por ejemplo, en el Índice de Marginación por Entidad Federativa 2015 del Consejo Nacional de Población (CONAPO, www.conapo.gob.mx), la entidad oaxaqueña ocupaba el honroso tercer lugar, solamente superado por Chiapas (segundo lugar) y Guerrero (que ocupaba el primer lugar en el mencionado índice de marginación). En el Índice de Desarrollo Humano para las Entidades Federativas, México 2015, del PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo), la entidad oaxaqueña ocupaba el lugar 30, Guerrero el lugar 31 y Chiapas el último lugar. Oaxaca, una entidad con altos índices de marginación y con bajos índices de desarrollo humano. ¿Cómo ha evolucionado la pobreza en la entidad oaxaqueña entre 2010 y 2016; es decir, durante el gobierno progresista de Gabino Cué Monteagudo? Según la Evolución de la Pobreza 2010-2016 del Coneval (www.coneval.org.mx), tanto en términos relativos como en términos absolutos la pobreza se incrementó en la entidad oaxaqueña durante el mencionado periodo. En 2010 el 67% de la población total de la entidad vivía en situación de pobreza, que disminuyó a 61.9% en 2012, para incrementarse a 66.8% en 2014 y para ubicarse en 70.4% en 2016. En términos absolutos, las cifras son las siguientes: 2,596,300 oaxaqueños pobres en 2010; 2,434,600 en 2012; pasando a 2,662,700 en 2014 y ubicándose en 2,847,300 oaxaqueños en situación de pobreza hacia el último año de la desastrosa gestión de Gabino Cué Monteagudo al frente del ejecutivo estatal. Entre 2010 y 2016, el número de pobres en la entidad oaxaqueña aumentó en 251,000 habitantes. Se trata del aumento de la pobreza en dos dimensiones: 1) ingreso de los hogares, y 2). Carencias sociales en materia de educación, acceso a los servicios de salud, acceso a la seguridad social, calidad y espacios de la vivienda, acceso a servicios básicos en la vivienda y acceso a la alimentación. A pesar de lo anterior, y según el referido informe del Coneval, tanto en términos relativos como en términos absolutos la población en pobreza extrema disminuyó: 29.2% en 2010, para ubicarse en 23.3% en 2012, para brincar a 28.3% en 2014 y para finalizar en 26.9% en 2016. En 2010 1 millón 133 mil 500 oaxaqueños eran pobres extremos, cifra que disminuyó a 916 mil 600 en 2012, para incrementarse a 1 millón 130 mil 300 en 2014 y para ubicarse en casi 1 millón 90 mil en 2016. Es decir, que entre 2010 y 2016, la población en pobreza extrema disminuyó en poco más de 46 mil personas. ¿Cómo sacar de la pobreza a la entidad oaxaqueña? ¿Cómo pretender que el estado progrese, que se disminuyan sus índices de marginación y que se eleven sus índices de desarrollo humano, cuando el gobierno del estado descuida las carreteras de la entidad, cuando no hay transparencia y rendición de cuentas en las dependencias gubernamentales encargadas de la educación y la salud, dos ingredientes fundamentales para el desarrollo socioeconómico de cualquier sociedad? El gobernador Alejandro Murat ha dicho que hará posible “el milagro oaxaqueño”, ojalá que ponga todo su empeño para lograrlo. La sociedad oaxaqueña bien se merece mejores condiciones de vida y de bienestar. No vaya a resultar en otro Gabino Cué que al final de su mandato reporte incrementos en el número de oaxaqueños en situación de pobreza.
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